PASIÓN
POR EL
DETALLE

Bienvenido a Manolo Artesanía Fallera

El traje perfecto

Conseguimos el traje perfecto con un toque personal.
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No estás solo/a tras la confección, deja el mantenimiento también en nuestras manos.
Las vivencias que encierran nuestros trajes pueden requerir de miles de retoques.

Cuenta con nosotros, brindamos todos los servicios en la misma tienda.

NUESTRO
TRABAJO

Pasión por el detalle en cada puntada.

Déjate inspirar por nuestros trabajos anteriores,
una muestra de artesanía, dedicación y exclusividad

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Mujer y niña

El traje tradicional de Fallera de Valencia tiene sus raíces en la vestimenta utilizada por las mujeres campesinas y de la clase trabajadora durante los siglos XVIII y XIX.

Estas prendas originales, diseñadas para el trabajo diario en el campo, se caracterizaban por su sencillez y funcionalidad. Sin embargo, con el tiempo, el traje de Fallera evolucionó y se enriqueció, incorporando tejidos lujosos como sedas y brocados, así como adornos y bordados elaborados.

En la actualidad, este traje simboliza la historia, cultura y tradición valenciana, siendo un elemento esencial en las festividades de las Fallas.

Hombre y niño

El traje tradicional del fallero valenciano tiene sus orígenes en la vestimenta típica que usaban los hombres del campo en la región durante los siglos XVIII y XIX.

Está compuesto principalmente por elementos como el saragüell, una especie de pantalón ancho, acompañado por una camisa y un chaleco bordado. El conjunto se completa con una faja en la cintura y, en ocasiones, una manta morellana sobre los hombros, además del típico pañuelo que cubre la cabeza.

Este atuendo, que ha evolucionado con el tiempo, refleja la esencia y el orgullo de las raíces valencianas en las celebraciones de las Fallas.

NUESTRA
INDUMENTARIA

La vestimenta tradicional valenciana de las Fallas es uno de los símbolos más icónicos de esta festividad. En el caso de las mujeres, el traje de Fallera tiene sus raíces en la vestimenta de las campesinas valencianas de los siglos XVIII y XIX, que se ha ido enriqueciendo con el tiempo. El atuendo incluye una falda larga y voluminosa, generalmente hecha de seda o brocado, acompañada de un corpiño ceñido al cuerpo y una mantilla. Los complementos son esenciales, destacando los peinados con tres moños y las peinetas de oro o plata, que aportan un toque de elegancia y tradición. Cada detalle, desde los bordados hasta los colores, puede variar según el gusto personal o la inspiración histórica de la portadora.

En cuanto a los hombres, el traje tradicional de fallero también encuentra sus raíces en la ropa de trabajo de los antiguos campesinos valencianos. El conjunto básico incluye el saragüell, un pantalón ancho de tela blanca, junto con una camisa y un chaleco bordado. La faja de colores vivos que se ata en la cintura y el pañuelo que cubre la cabeza son complementos fundamentales. Además, algunos optan por llevar la manta morellana, una prenda de abrigo típica de la región. Aunque menos ornamentado que el traje de fallera, el traje de fallero es un reflejo del orgullo valenciano y se luce con igual fervor en las festividades.

Una curiosidad interesante es que antiguamente, durante las primeras celebraciones de las Fallas, los trajes de Fallera y Fallero no eran tan lujosos ni elaborados como los que se ven hoy. Con el tiempo, los trajes han evolucionado y han ganado en riqueza y detalle, hasta el punto de que hoy en día se invierte mucho tiempo y dinero en confeccionar estas prendas, con algunos trajes de fallera costando miles de euros. Esta evolución refleja cómo la fiesta ha crecido y cómo los valencianos han adoptado este símbolo como una manera de mostrar no solo su tradición, sino también su dedicación y amor por su cultura.

MÁS DE 60 AÑOS
DE EXPERIENCIA

 

Las Fallas de Valencia tienen sus orígenes en una antigua tradición de los carpinteros valencianos, quienes, en la víspera del día de San José, patrón de su gremio, quemaban restos de madera y trastos viejos como símbolo de renovación y purificación antes de la primavera. Esta costumbre, que data del siglo XVIII, fue evolucionando hasta que las hogueras simples comenzaron a incorporar figuras o «ninots» que representaban escenas satíricas de la sociedad y la política. Con el tiempo, estas figuras fueron ganando en complejidad y tamaño, hasta convertirse en las impresionantes estructuras artísticas que conocemos hoy.

La fiesta de las Fallas fue oficializada a finales del siglo XIX, y desde entonces ha crecido tanto en popularidad como en espectacularidad. Cada año, del 15 al 19 de marzo, las calles de Valencia se llenan de color, música, pólvora y arte, con la plantà de los monumentos falleros y la cremà, en la que se queman todas las fallas, excepto los ninots indultados, que son salvados del fuego por votación popular y conservados en el Museo Fallero.

A lo largo del tiempo, las Fallas han mantenido su carácter de crítica social, mientras se consolidaban como una fiesta de gran relevancia cultural y turística, llegando a ser declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2016.

CONFECCIÓN
A MEDIDA

El trabajo artesano es fundamental en la confección de los trajes de fallera, ya que cada prenda es el resultado de una dedicación minuciosa y de técnicas tradicionales transmitidas de generación en generación.

Los y las sastres y modistas valencianos emplean materiales de alta calidad, como sedas, brocados y encajes, que son cuidadosamente seleccionados y trabajados a mano para crear auténticas obras de arte. Además, los bordados y los detalles ornamentales, como las peinetas y joyas, requieren un alto nivel de destreza.

NUESTROS CLIENTES

Una buena experiencia es la mejor publicidad

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